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Parroquia San Juan Evangelista de Torrejón de Ardoz
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La Renovación Carismática

La Renovación Carismática es, en palabras del cardenal Suenens, "una corriente de gracia que el Espíritu Santo hace surgir por todas partes. La Renovación Carismática no es un movimiento, sino moverse en el Espíritu Santo". 
​  Nos reunimos cada Jueves a las 19:30 en la Casa del Señor (Esquina Calle Fraguas y Calle Libertad) para alabar a Dios y compartir su Palabra.
  No te lo pierdas, ¡ven a alabar al Señor!

Historia

  La Renovación Carismática parece haber surgido simultáneamente en diversas partes de la tierra, especialmente en Armenia, Gales, India y EEUU, y atraviesa ecuménicamente diversas confesiones cristianas.
  En la Iglesia Católica, el Papa León XIII sorprendió al mundo con la publicación de la encíclica “Divinum illud munius”, verdadera y auténtica “suma teológica” sobre el Espíritu Santo. Con ella, de algún modo, le consagraba el nuevo siglo. Además hizo obligatoria para toda la Iglesia la novena al Espíritu Santo como preparación anual a la fiesta de Pentecostés.
  Se dice que la religiosa sor Elena Guerra, fundadora de las Hermanas Oblatas del Espíritu Santo, se sintió inspirada a escribir al Papa León XIII, urgiéndole a renovar la Iglesia por medio de un fuerte retorno al Espíritu Santo.
  El Papa Juan XXIII, a comienzos del Concilio Vaticano II, oraba pidiendo un nuevo Pentecostés:
  “Renueva en nuestros días los prodigios como en un nuevo Pentecostés, y concede que la Santa Iglesia, permaneciendo unánime en la oración con María, la Madre de Jesús, y bajo la dirección de Pedro, acreciente el Reino del Divino Salvador, Reino de Verdad y Justicia, reino de amor y de paz. Amén”
  Cuando todavía era obispo, el papa Juan XXIII solía visitar una pequeña aldea checoslovaca de unos trescientos habitantes. Durante varios siglos todos los católicos de aquella aldea habían experimentado toda la gama de carismas que se recuerdan en la 1ª Carta a los Corintios (cc. 12-14). Para ellos Pentecostés era una realidad cotidiana.
  En la Universidad Duquesne, también llamada del Espíritu Santo, en Pittsburgh, PA, Estados Unidos, un grupo de estudiantes de Biblia tuvieron un encuentro de reflexión el fin de semana del 17 al 19 de febrero de 1967. Como preparación habían leído los capítulos 1 al 4 de los Hechos de los Apóstoles y un libro titulado “La Cruz y el puñal”, donde se relata cómo el pastor pentecostal David Wilkerson se siente llamado a evangelizar entre las pandillas de jóvenes delincuentes de Nueva York, y cómo se realizaban entre ellos auténticos milagros de conversión, con una fuerte presencia del Espíritu Santo.
  Estos estudiantes habían decidido orar diariamente la secuencia del Espíritu Santo “Ven Espíritu Divino”, pidiendo que se derramara sobre ellos con la misma fuerza y fervor que habían experimentado los primeros cristianos.
  Después de perseverar durante varios meses en estas oraciones, encontraron suficiente humildad para pedir a algunos neopentecostales que oraran sobre ellos, a fin de recibir el Bautismo en el Espíritu (La Renovación Carismática, Chus Villarroel, O.P.).
  Desde el principio, los carismáticos, en EEUU y en el resto del mundo, sintieron un llamado a trabajar con la unidad de los cristianos y a confiar en que el Espíritu Santo encontraría las vías para suscitar esa unidad.
  El sábado del retiro por la noche, se encontraron con que cada uno por su cuenta acudía a la capilla y allí no podían dejar de rezar. Muchos alababan a Dios en voz alta, con entusiasmo. Otros sentían un gozo que les llevaba a bailar. Otros lloraban de alegría. Algunos cayeron como fulminados ante el Sagrario de la capilla, en un sentimiento de adoración abrumador. Allí experimentaron la realidad poderosa del Espíritu Santo que les lleva a descubrir a un Jesús vivo y a experimentar sus dones: don de lenguas, de profecía, curaciones.
  Estos jóvenes y algunos profesores lo contagiaron de campus en campus, de ciudad en ciudad. Cada semana necesitaban juntarse y rezar, en voz alta y con mucha música. A través de gente activa en Cursillos de Cristiandad y en otras redes católicas se extendió por Estados Unidos y por el mundo. Les llamaban “pentecostales católicos” o “católicos carismáticos”. Así nació la Renovación Carismática Católica: grupos espontáneos, sin planificación. Por eso la Renovación Carismática se dice que no es un movimiento, es una corriente de espiritualidad nacida del Espíritu Santo.

España y Torrejón

  A España la Renovación llega a través de la Base Aérea de Torrejón, donde un pequeño grupo de tipo ecuménico se reúne en la urbanización “El Saúcar”. Hay también otro grupo carismático/ecuménico en El Encinar de los Reyes, pues gran parte del personal militar y civil de la Base Aérea tiene allí su residencia. Es ahí donde los padres dominicos de Alcobendas entran en contacto con los carismáticos, al asistirles como capellanes. Al estar estos grupos vinculados al personal de la Base Aérea, se disolvieron posteriormente. Pero la Renovación ya había prendido en España y surgieron otros grupos por todo el país, algunos de ellos muy numerosos como Maranatha, donde pueden llegar a juntarse 200 personas cada miércoles para la oración.
  En Torrejón de Ardoz, el 14 de enero de 1999, el padre Carlos Bordallo, sacerdote de la diócesis de Alcalá de Henares y capellán en esa época del hospital, animado por varias personas que viven en la zona, comienza el grupo de renovación carismática “La Alegría de la Fe”, en las dependencias de Asti, en la calle de los Curas, muy cerca de la Plaza Mayor, reuniéndose cada jueves alrededor de 20-25 personas con mucho entusiasmo. Posteriormente este grupo se traslada a la ermita de San Isidro, donde permanecerá durante varios años. Además, ha participado en numerosas iniciativas de alabanza y evangelización en parroquias de Torrejón como Nuestra Señora de la Soledad y San Isidro.
  
Más información
Parroquia San Juan Evangelista. Torrejón de Ardoz. Plaza Mayor 7, 28850.
Tfno: ​91 675 01 53. ​
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